NUEVAS FUENTES DE PROTEÍNAS
La levadura es una excelente fuente de proteínas para enriquecer la dieta.
Debido a su alto contenido en proteínas, que oscila entre el 45 y el 50%, la levadura es una excelente fuente de proteínas vegetales “alternativas”. Se puede incluir en una dieta vegetariana o vegana.
Las proteínas forman parte de cada célula, tejido y órgano de nuestro cuerpo y, por tanto, son esenciales para la vida. Consisten en largas cadenas de aminoácidos, que pueden adoptar un número infinito de formas para desempeñar diferentes funciones en los organismos vivos, por ejemplo, permitiendo el crecimiento, la reparación y la defensa de los tejidos del cuerpo y la construcción de músculos.
Ante una población mundial creciente y los problemas medioambientales y de bienestar animal provocados por el consumo excesivo de proteínas animales, el desarrollo de proteínas alternativas como las elaboradas a partir de plantas, algas, insectos y microorganismos (levaduras, bacterias, etc.) es un avance. Un enfoque innovador que atrae a un número cada vez mayor de consumidores preocupados por reducir el impacto de sus alimentos en el medio ambiente y por comer de forma más saludable.
La proteína de levadura también tiene una muy buena composición de aminoácidos que consta de un 50% de aminoácidos esenciales.
La digestibilidad de sus aminoácidos es comparable a la de las proteínas del huevo, considerada una referencia. El contenido en fibra, vitaminas y minerales de la levadura refuerza su valor nutricional. En definitiva, la levadura es una fuente de proteína no animal con un gran potencial de desarrollo. Envasada en diversas formas en polvo, se puede añadir directamente a los alimentos y platos como ingrediente o como condimento para hacerlos más nutritivos y sabrosos.
Levadura como agente de fermentación para producir productos proteicos innovadores de origen vegetal.
La levadura se puede utilizar en combinación con otras comunidades microbianas, incluidas bacterias, para fermentar plantas ricas en proteínas, como legumbres (guisantes y frijoles) y mezclas de ingredientes vegetales.
La fermentación mejora significativamente las propiedades organolépticas de los productos terminados y ayuda a aumentar su digestibilidad.
De esta manera se pueden producir productos innovadores, como sustitutos del queso sin proteínas lácteas. Por ejemplo, algunos productos lácteos procesados pueden sustituirse por purés de almendras, nueces, guisantes y soja fermentados con levaduras y bacterias.