LAS LEVADURAS, UN ALIADO CLAVE EN LA PRODUCCIÓN DE BIOCOMBUSTIBLES AVANZADOS
Reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) es un gran desafío para el planeta. Necesitamos acelerar la reducción de nuestra dependencia de los combustibles fósiles. La Unión Europea ha establecido una hoja de ruta ambiciosa para lograr la neutralidad de carbono para 2050. La COP 26 también determinó un objetivo global para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para mantener el calentamiento por debajo de 2°C. En este contexto, los biocombustibles avanzados producidos a partir de la fermentación de desechos y residuos de biomasa son un gran aliado para descarbonizar el transporte, sin competir con los recursos alimentarios. Algunas cepas de levadura especializadas tienen la capacidad de descomponer materias primas, como sustratos lignocelulósicos, en azúcares fermentables utilizando diversas tecnologías de pretratamiento químico y/o enzimático, para producir bioetanol. Cuando se combina con gasolina, el bioetanol avanzado reduce las emisiones de CO2 y ayuda a mejorar la calidad del aire, sin amenazar el suministro de alimentos.
Las levaduras también se utilizan para la producción de bioetanol de primera generación. Fermentan azúcares de remolacha azucarera o almidón de cereales.